Hito histórica entre la población de osos en Catalunya desde su reintroducción, con el nacimiento de 10 crías

Los sistemas de seguimiento y control de la población de osos pardos (Ursus arctos) en los Pirineos han detectado durante el mes de marzo que buena parte de los animales ya han despertado de la hibernación. Antes de este proceso, a finales del año pasado, se habían contabilizado en Cataluña 31 individuos de oso pardo, con 5 machos adultos (Pyros, Goiat, Peludo, Esmolet y Pepito) y 10 hembras adultas (Hvala –con dos crías de segundo año-, Bambou –con dos de primer año–, Caramelles – con dos de primer año–, Boavi –con dos de primer año–, Caramellita –con tres de segundo año–, Plume –con una de segundo año–, Nheu –con tres de primer año–, Fadeta –con una cría de primer año- y Patoune y una última osa, sin nombre, que no tienen crías).

En 2016 se ha conseguido un hito histórico entre la población de osos en los Pirineos catalanes desde su reintroducción, con el nacimiento de 10 crías.

ossos-2016-bo-cast

Pyros, el macho dominante

El padre de los dos hijos de Caramelles es Pyros, que ha dominado la genética del oso pardo de los Pirineos durante los últimos 21 años. También podría ser el progenitor de seis crías más, las de Nheu, Bambou y Fadeta, a pesar de que no está confirmado. Por otro lado, no hay constancia que haya tenido descendencia el joven macho Goiat, trasladado el mes de junio pasado desde Eslovenia para romper la dominancia reproductora de Pyros y aportar más variabilidad en los genes de la especie implantada en la zona.

El seguimiento de los plantígrados forma parte del proyecto europeo Piroslife, de consolidación de la población de los osos pardos en los Pirineos centrales. El socio coordinador del proyecto es el Departamento de Territorio y Sostenibilidad, de la Generalitat de Catalunya.  Los beneficiarios asociados son el Conselh Generau d’Aran, Forestal Catalana SA, la Universidad de Lleida y la Fundación Oso Pardo.

Los movimientos de Goiat

Goiat ha invernado durante 107 días –del 28 de noviembre de 2016 al 16 de marzo de 2017–. Durante estos tres meses y medio, el oso se ha despertado varias veces y ha hecho alguna salida de no más de 100 metros de distancia de la cueva que ocupaba, situada en la Vall de Varradòs (Aran), a más de 2.300 metros de altitud, en una zona sin vegetación y totalmente cubierta por la nieve.

Una vez que se ha puesto en marcha ya ha recorrido todo el valle y ahora se dirige hacia otras zonas de Aran. Todo parece indicar que está buscando carroñas para aumentar rápidamente los kilos que ha perdido durante la hibernación, aproximadamente un tercio de su peso. Bien pronto empezará la época de celo y buscará, de forma más que probable, hembras para copular. Goiat está permanentemente controlado gracias al collar emisor que se le colocó antes de liberarlo en los Pirineos y que permite al equipo especial de seguimiento conocer sus movimientos, hábitos y costumbres.

Un seguimiento exhaustivo

 El resto de osos se controlan a través del seguimiento de las evidencias de paso. En 2016 se han obtenido 809 datos en Catalunya, repartidas en 205 muestras de pelos; 359 contactos fotográficos con sistemas automáticos de fotografía, con 4299 instantáneas; 63 contactos de vídeo de sistemas automáticos, con 358 grabaciones; 47 observaciones; 87 excrementos; 3 evidencias de alimentación (un hormiguero depredado, una piedra levantada y una observación de alimentación de presa); y 19 huellas.

Impacto sobre la ganadería y la apicultura

Durante el año pasado se produjeron 33 ataques sobre la ganadería y la apicultura atribuidos a los osos, 8 en Pallars y 25 en Aran, y se han abierto 37 expedientes de indemnización. La Generalitat de Catalunya ha indemnizado, o indemnizará, estos daños por un importe de 9.332 euros.

A través del proyecto Piroslife, se están realizando diferentes acciones para la prevención de ataques. Además del pago de los daños ocasionados, existe un programa de apoyo a ganaderos y propietarios de rebaños en régimen extensivo de montaña para que agrupen sus rebaños como medida efectiva de protección y de vigilancia cuando pacen en zonas con presencia de oso pardo. Se han contratado pastores y ayudantes de pastores de ovejas y cabras, vacas y asnos para controlar y supervisar los animales en la montaña y también se ha llevado a cabo la colocación, el control y el mantenimiento de cercados eléctricos instalados para proteger las colmenas de explotaciones apícolas contra posibles predaciones.

Coexistencia entre sectores

Las actuaciones encaminadas a favorecer la coexistencia con este sector son uno de los ejes principales del proyecto. Representan, aproximadamente, un 40% del presupuesto del Piroslife, es decir, más de un millón de euros, mayoritariamente para el Pallars Sobirà y la Val d’Aran. Se trata de apoyar a la conservación del oso pardo como elemento de recuperación de la biodiversidad, pero también como elemento dinamizador, haciendo efectiva la coexistencia con los habitantes del territorio, apoyándolos para compatibilizar sus actividades con la presencia del plantígrado y fomentando, como producto turístico, la visita de su hábitat y reconociendo, así, la buena calidad ambiental de la zona.

El Piroslife está planteado para implementar una serie de medidas y acciones que permitan consolidar el futuro del oso pardo en un entorno favorable y generar productos y sistemas que puedan ser exportados al resto del Pirineo y a otras zonas de Europa. El proyecto se considera clave para la dinamización económica del territorio aprovechando el atractivo y las potencialidades que puede generar la fauna salvaje y el patrimonio natural para el turismo y otros sectores. Entre las diferentes acciones que se están llevando a cabo destacan las relativas al fomento de la coexistencia entre el oso pardo y la ganadería extensiva –con ganado ovino, cabruno, equino y vacuno y la apicultura de montaña; la conservación y mejora del hábitat; la educación ambiental; la comunicación y la formación; y la diversificación genética.

El proyecto, por otro lado, está contribuyendo a fomentar la ocupación en el sector ganadero local mediante la contratación de pastores, ayudantes de pastor y vaqueros, algunos de los cuales se han formado en la escuela de pastores de Catalunya. De este modo, se está recuperando el trabajo de pastor de alta montaña en este sector del Pirineo donde casi se había perdido.

Nueva cabaña de pastor en Boldís

Este año está prevista la construcción de una nueva cabaña de pastor en la zona de Boldís, en Lladorre (Pallars Sobirà), donde el año pasado se  quemó una impulsada por Acció Natura. La construcción será del mismo formato que la que promovió el año pasado el Departamento de Territorio y Sostenibilidad en Salau, en la montaña de Bonabé, también dentro del Parque Natural del Alt Pirineu, con criterios de eficiencia energética y con gran parte de la madera de pino negro procedente del mismo parque. El refugio dará protección y confort al pastor, contratado por el proyecto Piroslife para vigilar el rebaño ovino de diferentes ganaderos cuando pacen en verano en una zona con presencia continuada de osos.

También se prevé llevar a cabo plantaciones de árboles frutales y arbustos de montaña en las zonas donde se detecte la necesidad de mejorar la conectividad del hábitat del oso pardo, una acción liderada por la Fundación Oso Pardo, con la colaboración de Forestal Catalana y los otros socios del proyecto.

 

Foto: Imagen de un macho joven, probablemente Pepito, captada el pasado 18 de marzo en el término municipal de Lladorre (Pallars Sobirà) por el método del trampeo fotográfico.